La novela sigue a un niño que crece en la Argentina de los años 60 y 70, cuya vida íntima se mezcla con los grandes acontecimientos políticos y sociales de la época. El protagonista observa el mundo a través de la sensibilidad del llanto, que se convierte en un lenguaje propio para comprender la violencia, la militancia y la represión. Con estilo reflexivo e irónico, Pauls explora la relación entre memoria, infancia y política.
Anagrama